Fundación 1º de Mayo | 29 de marzo de 2024

MEMORIA C8M (REVISTA C8M)

Mi vida en CCOO. Por Teodora Castro Hernández

    Teodora Castro Hernández, Tedo para sus compañeras y amigas, reflexiona en la Revista C8M sobre su trayectoria como sindicalista de CCOO, en la que, según sus palabras, llegó a dirigente sindical "siguiendo el itinerario afiliada, delegada, liberada. Detrás de cada uno de esos cambios hubo mucho trabajo y una enorme dedicación personal". Destaca dos realidades: la fragilidad de las políticas de igualdad y la fuerza de las sindicalistas con conciencia feminista.

    23/07/2020.
    Tedo Castro. Revista C8M 07, 1

    Tedo Castro. Revista C8M 07, 1

    Me jubilaré en unos meses después de una larga vida laboral, más de la mitad dedicada al sindicalismo de clase. Comisiones Obreras y yo hemos crecido a la par. Ella como organización. Yo, como persona y sindicalista. Una vida juntas, sí. Y no es metáfora.

    Cuando me afilié al Sindicato de Enseñanza de Cáceres había poca afiliación y apenas estructura organizativa. Trabajaba como personal laboral del Ministerio de Educación y Ciencia. En el sindicato, una rara avis en una acción sindical destinada fundamentalmente al personal docente. No obstante, de mis compañeros docentes de entonces aprendí el valor de la inclusión. De los compañeros y compañeras sindicalistas “laborales del MEC”, las estrategias de negociación colectiva.

    En los años siguientes viví muchos cambios. En Comisiones Obreras llegué a dirigente sindical, siguiendo el itinerario afiliada, delegada, liberada. Detrás de cada uno de esos cambios hubo mucho trabajo y una enorme dedicación personal. En el ámbito profesional, accedí a la función docente.

    De esta época destaco tres hitos. El primero, fue contribuir a la consolidación de la Unión Regional de CCOO de Extremadura. Dejar atrás los sindicatos provinciales fue toda una sacudida a los prejuicios localistas y provincianos del momento, permitiendo abrir la ventana a una nueva forma de hacer sindicalismo.

    El segundo, participar como responsable de la Federación de Enseñanza en el traspaso de las competencias educativas a la administración regional. La red de centros de Secundaria que existe hoy en la región tiene mucho de las personas que entonces estábamos en CCOO.

    El tercero, asumir la secretaría de Comunicación regional. De los años como responsable de Comunicación recuerdo muchas luces y alguna sombra. Entre las luces: profesionalizar la comunicación, proyectar una imagen moderna del sindicato, revitalizar las publicaciones propias, impulsar la comunicación interna, etc. Todo ello con una nueva mirada, la de incorporar la perspectiva de género a la comunicación sindical. Me siento muy orgullosa de este trabajo y del reconocimiento que tuvo en otros ámbitos del sindicato. En los anales han quedado aquellas publicaciones con un uso no sexista de las imágenes y del lenguaje.

    La sombra: participar en una organización a la medida de los varones que la gobernaban. Lo reflejé en la tesis doctoral sobre el poder y liderazgo de las mujeres que defendí años más tarde. Escribí esto: Cuando evoco aquellos años de comidas interminables, de cansinas sobremesas de discusiones futboleras, de chistes sexistamente fáciles, de jornadas de trabajo sin fin, de tanta confraternidad y tan poca sororidad… entiendo muchas de las reacciones propias y ajenas. En la investigación mostré que sucedía así en todas las organizaciones de la época. No obstante, es preciso reconocer que en el plano formal éramos la avanzadilla.

    En el año 2008, pese a tener tomada la decisión de volver a la docencia, termino formando parte de la Comisión Ejecutiva Confederal de la mano de Carmen Bravo Sueskun, entonces secretaria confederal de la Mujer. Para mí fue clave, en esta etapa, la vivencia del feminismo como práctica de transformación social y política. Sin duda, mi participación en la primera edición del Máster en Género y Políticas de Igualdad entre mujeres y hombres actuó como una potente estrategia de empoderamiento personal, colectivo y político.

    Un año más tarde asumiría, en exclusividad, la responsabilidad de la secretaría de Mujer de CCOO de Extremadura. Desarrollar una acción sindical, regional y confederal, con perspectiva de género no siempre fue fácil. Es cierto que la coyuntura política, excepto en las legislaturas del PP, fue alentadora y que la permeabilidad de los dirigentes sindicales a las políticas de igualdad era mayor que en épocas anteriores. Aun así, la resistencia a la aplicación de la transversalidad de género permitió vislumbrar dos realidades: la fragilidad de las políticas de igualdad y la fuerza de las sindicalistas con conciencia feminista.

    Las tareas como secretaria de Mujer fueron intensas y nutridas: en la representación institucional formé parte de órganos como el Consejo Económico y Social, Consejo de Participación de Mujeres. Consejo de Relaciones Laborales, Consejo Interregional Transfronterizo. Participé en Mesas de Diálogo Social, Planes de Empleo, Responsabilidad Social, Planes de Igualdad, Ley de Igualdad regional, Ley de Educación, etc. La producción sindical fue numerosa: formación en igualdad, estudios del mercado laboral, jornadas y materiales divulgativos con perspectiva de género, asesoramiento en planes de igualdad, etc. También en la acción sindical en las empresas o en las relaciones con el revitalizado movimiento feminista regional.

    Tanta actividad fue posible por el trabajo conjunto de otras mujeres: sindicalistas, trabajadoras, amigas y sobre todo “socias de la vida”. A todas ellas, estéis donde estéis, mi más sincera gratitud.

    Dejé el sindicato en 2017, cuando celebramos el 10º Congreso de la organización regional. Y sí, el sindicato ha sido mi vida durante más de veinte años. Aprovecho este foro para mostrar mi agradecimiento a las personas con las que compartí tiempo de trabajo, aquellas con las que fragüé entrañable amistad y, por qué no decirlo, también con aquellas con quienes no simpaticé. Para todas las personas con las que he compartido vida y sindicato, ¡gracias!

    FIRMA:

    Teodora Castro Hernández

    Feminista. Maestra. Activista de la coeducación. Defensora de la escuela pública. En el corazón, sindicalista de CCOO con orgullo y pasión.

    @Tedo_Cas