Identificando riesgos y demandas en el ejercicio de los derechos digitales

    Tres talleres realizados a lo largo de 2024 con representantes sindicales de tres sectores diferentes han identificado los riesgos asociados al uso de tecnología, de la normativa vigente y la regulación en convenio colectivo, así como la recopilación de las demandas y las propuestas emanadas en el entorno laboral

    03/12/2024.
    Talleres Carta Derechos Digitales

    Talleres Carta Derechos Digitales

    La Fundación 1º de Mayo ha identificado en tres talleres sectoriales celebrados a lo largo de 2024 con representantes sindicales de tres sectores diferentes los riesgos asociados al uso de tecnología, de la normativa vigente y la regulación en convenio colectivo, así como la recopilación de las demandas y las propuestas emanadas en el entorno laboral. 

    Los talleres forman parte de un proyecto sobre la carta de derechos digitales, liderado por la Universidad de Castilla La Mancha, y fruto del convenio de colaboración entre esta universidad y Red.es para la Implementación de los derechos digitales en el entorno laboral y empresarial (2023-2026).

    De acuerdo con el plan de trabajo y la metodología del proyecto, los talleres se ha estructurado a partir de los siguientes ejes de trabajo: 

    Identificar los retos que plantea la implantación de las nuevas tecnologías digitales en el ámbito laboral, abordando las oportunidades, los riesgos y los impactos en el empleo, las condiciones de trabajo, las desigualdades y la negociación colectiva.

    Ofrecer información sobre las herramientas de las que se dispone actualmente para hacer frente a los impactos negativos de la misma, trasladando el contenido recogido por la Carta de Derechos Digitales.

    Identificar el grado de conocimiento de los delegados y delegadas y rescatar sus inquietudes y problemáticas en el desempeño de sus funciones sindicales en la incorporación de la digitalización en el ámbito laboral.

    Reflexionar colectivamente sobre las estrategias colectivas a desempeñar para poder abordar la digitalización desde una posición proactiva hacia las plantillas y las direcciones empresariales.

    En conjunto, los talleres han contado con la participación activa de 60 delegados y delegadas sindicales de los sectores de enseñanza (tanto del sector público como privado), industria y banca, respectivamente. Han sido realizados a lo largo de 2024 (abril, mayo y noviembre) y han contado con una estructura similar.

    Como ponencia inicial, se realizó una presentación interactiva por parte de los ponentes especializados (Alicia Martínez Poza, Fernando Rocha Sánchez y Jesús Cruces Aguilera), en la que invitaron a reflexionar sobre el alcance de la digitalización en el empleo en general y los sectores indicados, sus impactos y los retos y barreras que se presentan para la negociación colectiva. Concluyeron la presentación dando a conocer el contenido de la Carta de Derechos Digitales relacionado con derechos laborales.

    Seguidamente, se dió paso a varias dinámicas participativas, diseñadas para la reflexión y puesta en común sobre la digitalización, el alcance de sus impactos actualmente, el papel de la negociación colectiva así como el papel de los delegados y delegadas sindicales en los centros de trabajo (dinámicas de grupos de trabajo, dinámicas de situaciones de caso y dinámicas de rol play). En general, las dinámicas realizadas tuvieron muy buena acogida por parte de los delegados y delegadas, quienes expresaron su valoración con respecto a los riesgos digitales, los impactos y las demandas realizadas por parte de las personas trabajadoras a las que representan. 

    En relación a los riesgos digitales, en los tres sectores se valora que existe una alta exposición a la tecnología; en el sector educativo esto se viene registrando desde la pandemia, marcada por una saturación en el uso de herramientas digitales; el el sector de la banca, con la automatización de procesos de trabajo basados en inteligencia artificial (IA); o en la industria, donde la presencia de tecnologías avanzadas y la robótica está ya incorporada a los procesos productivos. 

    Igualmente, se menciona, el impacto que ha tenido con respecto a la carga de trabajo, generando un aumento de la intensidad y ritmos de trabajo, a la que se suma la presión por la valoración del cliente/persona que hace uso del servicio. Derivados del uso de tecnología, también son recurrentes los riesgos asociados a la privacidad y uso de los datos, sobre todo por el uso de los datos personales, la geolocalización o la falta de transparencia por parte de las empresas al respecto. Los delegados y delegadas mencionan también impactos desde el punto de vista organizativo, con un mayor aislamiento o individualización del trabajo, así como desde el punto de vista de la comunicación, con una mayor deshumanización del trabajo, en la relación que se establece entre con el cliente, con el alumnado/familias o entre los propios trabajadores y trabajadoras.

    Respecto a los derechos digitales reconocidos, se mencionan tres ámbitos de regulación sobre los que existe una especial preocupación: la desconexión digital, el uso de IA y algoritmos y la protección de datos personales. La desconexión digital ofrece realidades diferentes en los tres sectores. Así por ejemplo, en el sector de la enseñanza se valora que existe una regulación desigual, siendo las prácticas cotidianas las que desbordan la normativa existente. En cambio, en el sector de la banca presenta una regulación específica, con acuerdos específicos en convenios colectivos. 

    La utilización de la inteligencia artificial en el ámbito laboral constituye una de las preocupaciones de los delegados y delegadas. Por un lado, se identifica su mayor uso en los tres sectores, con impactos desiguales en diversos ámbitos (contratación, promoción, sistemas de evaluación, etc.). Por otro lado, se demanda una mayor transparencia para conocer el impacto en las condiciones de trabajo y los riesgos laborales. Ante ello, se plantea la necesidad de reforzar los derechos de información y consulta, así como despliegue de la acción sindical para hacer cumplir lo reconocido en la normativa legal vigente. Respecto a la protección de datos, a pesar de la regulación, se detectan dificultades en el ejercicios de los derechos en los tres sectores (por ejemplo, en la protección e imágenes de las personas trabajadoras,, en el uso de sensores y geolocalización o el desconocimiento de los derechos relacionados con la privacidad).

    Finalmente, en relación a las propuestas de mejora, los talleres han permitido identificar tres ejes prioritarios de especial interés. De un lado, la necesaria regulación y supervisión de los derechos digitales reconocidos, que hagan posible el efectivo ejercicio de los mismos. Por otro lado, el impulso de la negociación colectiva de aquellas materias que necesitan ser reforzadas, así como los posibles mecanismos de intervención que se puedan generar en este ámbito. En general, se demanda una mayor transparencia con respecto a los cambios tecnológicos, así como participación de la representación sindical, desde la planificación hasta la evaluación de los impactos en la organización y las condiciones de trabajo. 

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