14D, 36 años después

    El 14 de diciembre de 1988, las pantallas de televisión de todos los hogares españoles se fueron a negro cuando Televisión Española se unió al Paro General convocado por los sindicatos para ese día

    12/12/2024.
    Huelga 14D

    Huelga 14D

    En la memoria colectiva de los españoles y españolas ha quedado grabado aquél fundido a negro de Televisión Española a las cero horas del 14 de diciembre de 1988. Con ese acontecimiento que llegó a toda la ciudadanía a través de sus pantallas televisivas dio comienzo el Paro General de ese día. Afectó al noventa y cinco por ciento de la población trabajadora y alcanzó a muchos comercios y establecimientos públicos. La jornada, por lo demás, resultó completamente pacífica y sin incidentes dignos de mención. Durante tiempo, el 14D fue la medida de otras huelgas generales: 1992, 1994 ó 2002; la referencia para valorar su impacto.

    Los sindicatos exigían lo que llamaban un giro social. La lógica era la siguiente: si durante la crisis, la clase trabajadora había arrimado el hombro a base de sacrificios salariales, cuando había llegado el crecimiento, los trabajadores y trabajadoras debían beneficiarse de los resultados del mismo, tanto en materia salarial como en derechos sociales (pensiones, protección de desempleo, seguridad social, etcétera. Era una exigencia legítima, que configuraba lo que el historiador EP Thompson llamó la economía moral de la multitud. Sin embargo, el gobierno encabezado por Felipe González estaba perpetuando una política económica neoliberal que no daba satisfacción a las aspiraciones sindicales y sociales. 

    El 14D tuvo lugar después de una serie de movilizaciones previas, auspiciadas por CCOO y UGT, que habían recuperado la unidad social. Las negociaciones con el Gobierno se dilataron, por la respuesta reacia de este último. Finalmente en 1990 dieron su fruto en forma de revalorización de las pensiones, derechos sindicales de los empleados públicos, derechos de los trabajadores del campo, etcétera. Paralelamente se abrieron negociaciones a nivel autonómico, en lo que se llamó mezzocorporatismo. En las Comunidades Autónomas, los acuerdos solían incluir planes industriales, ingresos mínimos, formación etcétera.