Recordando el proceso 1001

Memoria de la lucha de las CCOO contra el Franquismo

    Aquel sábado, día de San Juan de 1972, un dispositivo policial particularmente numeroso irrumpió en el convento de los Oblatos de la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón. La policía -la Brigada Político Social y los grises- provista de metralletas y armas cortas, detiene a diez miembros de la Coordinadora General de Comisiones Obreras, que iban a comenzar una reunión

    19/12/2025.
    Aniversario del Proceso 1001

    Aniversario del Proceso 1001

    Video "Recordando el Proceso 1001"

    Para esta cita habían preparado un documento con el análisis de la situación y las perspectivas de salida de la dictadura, que ya daba síntomas de un estado terminal.

    Tras pasar por la Dirección General de Seguridad, en la Puerta del Sol, fueron conducidos a la cárcel de Carabanchel, excepto Francisco García Salve que, al ser cura, fue trasladado a la cárcel concordataria de Zamora. Fue así cómo comenzó el Proceso 1001, conocido de ese modo porque respondía al número de sumario: 1001/1972. Bien es cierto que a los encausados se les conoció popularmente como Los Diez de Carabanchel

    A partir de entonces y según se aproximaba la vista oral, se organizó una campaña de solidaridad muy poderosa. No sólo en España, en condiciones de persecución política, sino en el plano global. Desde Australia hasta Estados Unidos, desde Europa hasta Asía y África se configuró un auténtico mapamundi de la solidaridad. 

    El juicio se celebró el 20 de diciembre de 1973, hace ahora cincuenta y dos años. Tuvo lugar en la sede del Tribunal de Orden Público (TOP), que se hallaba, a su vez, en el edificio del Tribunal Supremo. Se les acusaba de tentativa de reunión ilegal y de ser miembros de una organización igualmente ilegal –las CCOO- en grado de dirigentes. Dicho de otro modo: se les acusaba de tratar de ejercer lo que en los países democráticos del entorno europeo no eran sino derechos fundamentales. Aunque el fiscal había preparado un escrito con petición de más de 160 años de cárcel, tenía prevista una rebaja en la solicitud de penas. 

    Todo se torció cuando al Tribunal llegó la noticia de que Carrero Blanco, presidente del Gobierno y hombre de máxima confianza de Franco, había fallecido a causa de un atentado de ETA. El presidente del Tribunal, Mateu Cánoves, un antiguo divisionario de la División Azul, enfurecido, comentó que si tuviera una pistola acababa con los procesados. Las defensas pidieron el aplazamiento de la vista, dada la atmósfera enrarecida que se había instalado en la sala. Mateu se negó, dejando para esa misma tarde la continuación del juicio. El fiscal, presionado por el Gobierno, mantuvo la petición de penas inicial. Se trataba de unas penas más propias de la postguerra que de ese momento final de la dictadura. 

    Como se ha indicado, tuvo lugar una extensa campaña de solidaridad, tanto en España como en el extranjero. A principios de 1975 el Tribunal Supremo rebajó las penas y a lo largo de ese año, los procesados quedaron en libertad, bien por cumplimiento de penas o por el indulto real de noviembre. Los Diez de Carabanchel se erigieron como un símbolo del antifranquismo, siendo recibidos por multitudes a su salida de prisión.