Fundación 1º de Mayo | 20 de abril de 2024

La brecha salarial de género en Cantabria era del 25% en 2019.

    Este informe, que aborda el análisis de la brecha salarial en Cantabria, ha sido elaborado por Jesús Cruces, Francisco José Molina Berna, Alicia Martínez Poza y Luis de la Fuente Sanz, para las Comisiones Obreras de Cantabria. El informe estudia tres esferas diferenciadas: la participación de las mujeres en el mercado de trabajo, la brecha salarial existente entre mujeres y hombres y, por último, la brecha de género en pensiones, donde se hacen patentes las consecuencias de la brecha salarial a lo largo de la vida laboral.

    09/03/2022.
    Portada Informe 164

    Portada Informe 164

    La pandemia ha colocado el foco sobre los sectores que más afectados por la crisis sanitaria, lo que permitido visibilizar sus bajos salarios, malas condiciones de trabajo y la falta de medidas adecuadas de salud y seguridad de la población trabajadora. Se trata de los sectores de la hostelería, el turismo, el comercio minorista, los servicios de alimentación y el sector manufacturero, así como en la economía informal, en los que las mujeres tienen una mayor representación que los hombres.

    En la misma línea, la crisis económica provocada por las medidas de contención de la pandemia ha generado un empeoramiento de los principales indicadores del mercado laboral, y la temporalidad es un claro reflejo de ello. Sin embargo, también ha confluido con la subida del salario mínimo interprofesional del gobierno de coalición. Ambos fenómenos han supuesto una reducción en las brechas de participación laboral y salarial, bien por una cierta equiparación salarial dado que el SMI lo cobran en su mayoría las mujeres, bien por la destrucción de empleo y las condiciones de trabajo provocadas por la crisis.

    El análisis de la brecha de género no es una novedad, sin embargo su estudio continúa siendo necesario dada su relevancia en la sociedad. Desde el ámbito sindical también se ha prestado atención al diagnóstico y análisis de las brechas y discriminaciones de género, tanto directa como indirecta, ateniendo a cuestiones como al techo de cristal y suelo pegajoso, la infravaloración del trabajo de las mujeres, la menor presencia de mujeres en puestos directivos o la penalización de la maternidad, entre otras cuestiones. Todas ellas, cuestiones que contribuyen a perpetuar la brechas salariales de género a lo largo del tiempo.