Fundación 1º de Mayo | 26 de abril de 2024

PRESENTACIÓN INFORME

Los episodios de las altas temperaturas como riesgo laboral. Su impacto en la salud, la seguridad y el bienestar de la población trabajadora y en las desigualdades sociales

    El lunes, 13 de junio, tendrá lugar a través del canal de Youtube de la Fundación 1º de Mayo la presentación del infome elaborado por Claudia Narocki y publicado por European Trade Union Institute (ETUI). La presentación correrá a cargo de Pedro J. Linares (director de estudios de la Fundación 1º de Mayo). Además de la autora, contará con las intervenciones de Phillipe Pochet (director General de ETUI) y Mariano Sanz (secretario confederal de Salud Laboral y Sostenibilidad Medioambiental de CCOO).

    09/06/2022.
    Presentación Informe Altas Temperaturas

    Presentación Informe Altas Temperaturas

    El cambio climático está alargando el periodo veraniego y está multiplicando el número de episodios de calor extremo, así como su duración e intensidad. Los episodios de calor se han convertido en una preocupación sanitaria; de aquí que haya respuestas desde la sanidad y los servicios sociales, para la protección de la población general. Sin embargo, apenas se están dando pasos para reforzar la protección de la población trabajadora.

    Tanto la investigación fisiológica como la epidemiológica demuestran que el impacto del calor en la salud humana va mucho más allá de las enfermedades por calor agudas (como el bien conocido golpe de calor). La exposición al calor incrementa el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y respiratorias, y agrava patologías previas; las altas temperaturas también suponen una amenaza para la salud reproductiva. Durante las olas de calor se observa un aumento general de la mortalidad, de la cual solo una pequeña parte responden a golpes de calor; aumenta la mortalidad por lesiones; y una parte de estas está relacionado con el trabajo.

    Los eventos de calor afectan particularmente a aquella parte de la población trabajadora que en su trabajo está expuesta a factores preexistentes de estrés térmico, como son el uso de equipos de protección personal que dificultan la disipación del calor corporal, el trabajo afectado por fuentes de calor (incluida la radiación solar), y el trabajo que supone un esfuerzo físico. Y especialmente a quienes trabajan cerca de fuentes de calor o bajo la radiación solar.

    Las altas temperaturas intensifican también otros riesgos laborales, de varios modos; un ejemplo sería el hecho de que las medidas preventivas basadas en equipos de protección individual se vuelven menos eficaces o inaplicables; otro efecto importante es el agravamiento del riesgo derivado de la exposición a agentes químicos; o la reducción de las capacidades cognitivas y sensoriales, que da lugar a errores y así pueden dar lugar a lesiones, etc. Y no se puede dejar de recordar que el trabajo en condiciones de estrés térmico resulta penoso y afecta a las relaciones entre las personas.

    Las ocupaciones en las que hay mayor exposición al estrés térmico son muy diversas, y emergen nuevas. Además de las que se señalan tradicionalmente, como las que se hacen en el sector de la construcción, agricultura, jardinería, etc., hay nuevas situaciones laborales afectadas por diversos factores; entre estos destacan la expansión de la economía "24 horas/7 días" y la gestión contemporánea del tiempo de trabajo; la extensión del periodo estival (que afecta especialmente al sector educativo), la atención urgente a sistemas tecnológicos, el montaje de instalaciones temporales para eventos de ocio o deportivos, etc.

    Por otra parte, muchos estudios demuestran que la exposición laboral a estrés térmico tiene que ver con la vulnerabilidad social. Las ocupaciones con mayor riesgo de exposición y menor prevención suelen ser las que tienen salarios más bajos, o en las que se cobra a destajo (que debería estar prohibido para quienes trabajan bajo estrés térmico) y las que realizan personas afectadas por otros factores de vulnerabilidad social (carecer de contrato fijo, de papeles, de representación sindical, etc.), que reducen su capacidad para negociar sus condiciones de trabajo en sus lugares de trabajo. Estos colectivos también tienden a sufrir más el estrés térmico en sus desplazamientos relacionados con el trabajo y en las viviendas. La exposición laboral, además, al afectar a la salud, ahonda las desigualdades sociales.

    Para la protección de la salud, la seguridad, la productividad y el bienestar de la población trabajadora, y del bienestar de la sociedad en su conjunto, es necesario que las empresas en las que el personal se pueda ver afectado por los eventos de calor tengan preparada, con anticipación y, como parte de la planificación preventiva, una respuesta eficaz que garantice la protección de la salud. En su caso, para la protección de su personal, el empresario puede tener que actuar en el marco del riesgo grave e inminente. En su defecto, toca actuar a las autoridades, aplicando lo dispuesto en el RD de jornadas especiales.

    Para que la protección de la población trabajadora sea una realidad, se debe desarrollar una acción pública decidida que brinde especial atención a la protección de los segmentos de la población trabajadora más expuestos y más vulnerables, tal como está previsto en las políticas para la adaptación al cambio climático así como en la Estrategia Europea de Salud y Seguridad. Más allá de las recomendaciones de autoprotección emitidas por las autoridades sanitarias, las empresas deben adoptar las mejores medidas que permite el progreso técnico y social; y el personal debe poder interrumpir las exposiciones, para proteger su vida y su salud, algo que resulta a veces inaccesible para los segmentos laborales más vulnerables.

    En el informe que se presenta se sostiene que el estrés térmico en el trabajo relacionado con los eventos de calor o agravado por estos supone un problema emergente que, por no estar siendo debidamente visibilizado en las estadísticas oficiales, no está recibiendo la atención que requiere. El resultado es que amplias capas de trabajadores y trabajadoras trabajan bajo estrés térmico sin la debida protección, por lo que sufren repetidamente sobrecarga térmica, con lo que peligra su salud.

    PROGRAMA

    Lunes, 13 de junio, 15:30h -16:30h

    Vía Online Canal Youtube Fundación 1 de Mayo

    Presenta y modera:

    Pedro J. Linares, director de estudios de la Fundación 1º de Mayo

    Intervienen:

    Phillipe Pochet (director general European Trade Union Institute - ETUI)

    Claudia Narocki (Fundación 1º de Mayo y autora del informe)

    Mariano Sanz (secretario confederal de Salud Laboral y Sostenibilidad Medioambiental de CCOO)

     

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